El azul añil del agua, el verde
de la vegetación, la brisa constante y el sonido acuático inagotable
contribuyen a hacer de este lugar, situado a 133 km de San Cristóbal de las
Casas, uno de los más espectaculares e inolvidables de México.
El río Agua Azul desciende su
lecho calizo en escalones formando una serie de impresionantes cascadas que
crean albercas naturales contenidas por diques calcáreos, los llamados “gours”
en la terminología geológica. La carretera conduce al sitio donde se ubican los
modestos servicios con que cuenta.
Los intrépidos pueden alcanzar,
con la ayuda de guías locales, otras cascadas todavía más espectaculares, pues
la escalera continúa aguas abajo hasta que el río se precipita al Tulijá,
formando una de las más bellas cortinas de agua. Su color se debe al lecho
calizo, sólo perceptible en épocas de seca; en la de lluvia la espectacularidad
no disminuye pues es cuando aumenta el volumen hídrico.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario